Del profundo mar en calma salen dos serpientes de inmensas espirales.
Por encima de las olas levantan su cresta y su pecho, mientras
el resto de su cuerpo, se desarrolla a flor de agua.
Una de ellas ahora me aprisiona en medio de dos vueltas
y me oprime con el doble anillo de su amor.
¿Y yo? Intento romper su nudo.
El abrazo de una serpiente es eterno...no puedes salir de el...
ResponderEliminar¿Que hace la otra serpiente mientras tanto?, te ignora o está a la espectativa.
ResponderEliminarUn beso.